En la Clínica Martínez Platero, ofrecemos una gama completa de servicios dedicados al tratamiento de heridas crónicas y trastornos vasculares. Nuestro enfoque integral garantiza que cada paciente reciba un tratamiento personalizado basado en su diagnóstico específico.
Nos especializamos en el tratamiento de úlceras venosas y arteriales, así como en heridas crónicas de origen vascular. Utilizamos técnicas avanzadas para diagnosticar y tratar estas afecciones, asegurando una recuperación efectiva y duradera.
El cuidado del pie diabético es esencial para prevenir complicaciones graves. En nuestra clínica, ofrecemos tratamientos especializados para estas lesiones, así como para las úlceras varicosas, mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes.
Realizamos una exploración completa que incluye un doppler bidireccional con índice tobillo-brazo (T/B), para obtener un diagnóstico preciso. Además, proporcionamos a nuestros pacientes una guía detallada de los cuidados de enfermería que deben seguir para lograr una curación completa y evitar recidivas.
En la Clínica Martínez Platero estamos especializados en el tratamiento de varios tipos de heridas crónicas y trastornos vasculares que afectan las extremidades inferiores:
Estas lesiones, generalmente causadas por problemas circulatorios, como insuficiencia venosa o arterial, son difíciles de curar si no se tratan adecuadamente. Sin la correcta atención, las úlceras pueden empeorar y llevar a infecciones graves.
Los trastornos tróficos afectan la piel y los tejidos de las extremidades debido a una falta de circulación adecuada, lo que causa cambios en la piel, como atrofia o ulceraciones. Estos problemas suelen requerir un tratamiento especializado y continuo.
Las úlceras varicosas son un tipo de lesión crónica que surge como consecuencia de las venas varicosas y la mala circulación sanguínea. Estas heridas tienden a ser dolorosas y persistentes si no se abordan de manera adecuada.
El pie diabético es una complicación común en personas con diabetes, caracterizada por la formación de úlceras en los pies debido a la pérdida de sensibilidad y problemas circulatorios. Si no se trata a tiempo, puede llevar a complicaciones graves como infecciones profundas.
Las arteriopatías isquémicas implican un flujo sanguíneo insuficiente hacia las piernas, lo que provoca la aparición de dolor, úlceras y, en casos graves, la necesidad de amputación. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son clave para evitar estas complicaciones.